| 
  • If you are citizen of an European Union member nation, you may not use this service unless you are at least 16 years old.

  • You already know Dokkio is an AI-powered assistant to organize & manage your digital files & messages. Very soon, Dokkio will support Outlook as well as One Drive. Check it out today!

View
 

NotApocalypse_NotNow

Page history last edited by cr 6 years, 11 months ago

 

Debates contemporáneos en Teoría Crítica 2017-1

 

* En esta página reconstruimos colaborativamente el argumento de Jacques Derrida en "Not Apocalypse, Not Now..." (1984). Se trata de un experimento para agilizar el análisis y la discusión en la Máquina de Escribir, y para familiarizar a los estudiantes con PbWorks, donde subirán directamente sus ensayos parciales en entradas similares a esta.

 

NO EL APOCALIPSIS, NO AHORA (...siete misivas, siete misiles)

Jacques Derrida

Juan Carlos Bribiesca

Cristina Rebollar

Guillermo Preciado

Leticia Flores

Víctor Fernández 

 

Misiva/Misil 1

 

En el principio siempre habrá habido velocidad, que siempre habrá estado acelerando y sobrepasando tanto el acto como el habla. Antes que la palabra o que el acto habrá habido velocidad, una competencia de velocidad entre la palabra y el acto. (22)

 

* En una lucha sin enfrentamientos directos, diversos países se enfrascan en una carrera que no solo tiene tintes bélicos sino de que se trata de sacar ventaja en cualquier ámbito en que se pueda demostrar cierta superioridad. Es una carrera en la que no hay meta, simplemente es una competencia por ver quién es el más…poderoso…inteligente…efectivo…deportista…etc. Se trata de la guerra fría.  

* Guerra Fría: carrera de velocidad, escenario de aniquilación total, en juego la vida humana y la de otras especies.

*El orden de la guerra, de todas, es del orden de la velocidad, del tiempo. De ahí el sentido de la competencia entre dos instancias temporales, que se juegan y se significan en la preparación para la guerra, y también, en el tiempo de afectación al enemigo. (p. 20)   

* La carrera se nutre por la diferencia en las velocidades que los actores pueden imprimir a partir de su desarrollo y capacidades y así ha sido durante mucho tiempo, no obstante, el irreversible desenlace –que afortunadamente no ha ocurrido- se puede dar en segundos.

"
La velocidad con la que se desencadenan distintos fenómenos, provoca una afectación en varios ámbitos de la vida humana. A pesar de no ser la primera vez que esto ocurre, como sociedad no hemos aprendido a distinguir estos procesos; es fácil perderse en la aceleración y llegar a decisiones en donde ya no hay tiempo para hacer un balance de los riesgos, provocando otras variables, independientemente de la decisión que se tome, que modificarán de nuevo, los procesos, los ciclos y las nuevas relaciones que emanen de ello, donde el factor de la velocidad seguirá presente. 

 *La competencia/carrera se encuentra basada en la velocidad que atraviesa y magnifica la reacción de cada tecnología, atomiza el tiempo en el que es vivido/percibido. Es irreversible, atómica en tiempo y en la afectación que produce a nivel físico y en las relaciones de cada organismo.  

 

 

La vigilancia crítica del historiador puede siempre ayudarnos a verificar la repetitividad; y la paciencia del historiador, su lucidez de memoria debe siempre arrojar luz sobre la “crítica nuclear”, debe obligarla a des-acelerar, disuadirla de saltar a una conclusión acerca del tema de la velocidad. (21)

 

* Problema: “...esta disuasión y des-aceleración conllevan sus propios riesgos: el fervor crítico que nos lleva a reconocer precedentes, continuidades y repeticiones en cada esquina puede hacernos parecer sonámbulos suicidas, ciegos y sordos junto a lo inaudito (…) que atraviesa la semejanza asimiladora de discursos (por ejemplo del tipo apocalíptico o milenarista) (…)” (21).

*La aceleración y la des-aceleración son igualmente críticas. Al final se puede pasar la vida tratando de esclarecer estos conceptos y alcanzar lo único que es inevitable, la muerte. 

* Dicho de otro modo: la historia puede ser un mecanismo de asimilación, es decir, de anulación de la invención… al “traducir lo desconocido a lo conocido, metaforizando, alegorizando, domesticando el terror, sacándole la vuelta (retóricamente) a la catástrofe inevitable, la precipitación hacia un cataclismo...” (21).

*La aceleración se experimenta a nivel cultural. ¿La aceleración es siempre visible o existen fenómenos de visibilización entre la aceleración de procesos y los movimientos/desplazamientos aparentes y manifiestos? 

* Más que asociar los miedos actuales con una historia cultural de catastrofismos, Derrida nos propone, como buen filósofo deconstructivo, pensar la aporía de la velocidad: la necesidad de moverse rápido y lento al mismo tiempo.

 

*Se necesita tiempo para abordar y asimilar la aceleración, “necesidad de moverse lento y rápido” (p.21), coloquio de distintas voces a partir de las tecnologías de la ironía, cuya velocidad en su aplicación dificulta discernir entre la persuasión y la intimidación, entre el uso y los límites.

 

** Una aceleración de experiencias previas supone un cambio cualitativo, y no solamente cuantitativo. Todo invento, según Derrida (y recuerden que la deconstrucción, si no es invención, no es nada) constituye una nueva experiencia de la velocidad. 

 

 

 

Pregunta: ¿Cómo se experimenta la velocidad hoy en día, y qué retos conlleva eso para la investigación crítica?

 

* Un reto es de qué manera se logra establecer diálogo entre los que se consideran competentes y los incompetentes, pero otro mayor es cómo lograrlo entre los verdaderamente competentes. 

 

**

 

Misiva/Misil 2

 

...somos representantes de la humanidad y de las humanidades incompetentes que deben pensar con tanto rigor como sea posible el problema de la competencia, dado que lo que está en juego en la cuestión nuclear atañe a la humanidad entera, y por tanto a las humanidades (22).

 

*Está, por un lado, la competencia tecno-científica (descubrimientos “constativos” y desarrollos tecnológicos) y por otro lado la competencia político-militar. La frontera entre estos tipos de competencia es más indecidible que nunca. Como especialistas en textos, “sabemos que hay una multiplicidad de competencias múltiples y disociadas. El conocimiento (nuclear) no es coherente ni totalizable.” (22) 

* “Podemos considerarnos competentes porque la sofisticación de la estrategia nuclear no puede prescindir de una sofística de creencias y la simulación retórica de un texto.” (24)

*Disociación entre el espacio físico que ocupamos y las estrategias que apuntan más allá de la tierra, desconocimiento de la tierra y sus conexiones, desarticulación de lo social. Coloquio de voces desfasadas y científicamente neófitas, coloquio de voces humanistas, intereses y estrategias políticas. Voces, todas ellas, responsables por lo que concierne a la humanidad. 

* “Y es en esta situación (de crisis) que debemos repensar las relaciones entre conocer y actuar, entre el habla constativa y el habla performativa, entre la invención que encuentra lo que ya estaba ahí y la invención que produce nuevos mecanismos o nuevos espacios…” (22)

 

¿Qué clase de “invención” corresponde entonces a la teoría, en el marco de los debates contemporáneos en torno a la catástrofe ecológica?

 

* El fenómeno nuclear es fabulosamente textual: el armamento nuclear depende de estructuras de información y comunicación, códigos. Pero también es textual en el sentido de que solamente podemos hablar de él. 

 

Ya no se puede distinguir entre la creencia y la ciencia, doxa vs episteme, una vez que nos hallamos en el lugar decisivo de la era nuclear… el lugar crítico. Sin esa distinción, tampoco puede haber espacio para una crítica nuclear en un sentido estricto. Ni siquiera para una verdad. No hay verdad, no hay apocalipsis. (Como ustedes saben, apocalipsis significa revelación, desvelamiento, verdad.) La guerra nuclear es fabulosa no solo porque solo se puede hablar de ella, sino porque la extraordinaria sofisticación de sus tecnologías (tecnologías de enviar, misión, misiva, misil, emisión, transmisión) cooperan de manera esencial con la psicoretórica y la más vulgar psicología. (24)

 

* El que hasta el momento suceda que solo se pueda hablar, no significa que el evento no sea relevante. Es simplemente que no hay antecedentes a pesar de lo ocurrido en el final de la guerra mundial y de haber habido un impacto por el uso de estos artefactos no hubo una guerra nuclear. Otro aspecto a considerar es la extensión de la guerra, tal como se plantea en situaciones de fantasía, donde pueda llegar a afectar una sola zona o donde sea tan general que la devastación sea total. En todo caso no disponemos de antecedentes. 

* Aunque no ha acontecido una guerra nuclear (es un no-evento), se puede hablar, "textuar", imaginar, referenciar (p. 23). Pero pensarla, quizá, pensarla realmente, tendría la consigna de imaginarla en términos globalizados, no fragmentada o aislada a una zona del planeta. Chernobyl, siendo más un accidente que una guerra, supuso por poco, la aniquilación de media Europa a condición de la explosión de otros reactores que, por fortuna, no explotaron. 
*Tecnologías de la ironía. Incertidumbre de quién es el enemigo y contra quién es la guerra. Guerra nuclear como amenaza/no-evento/no guerra. Accidentes/auto-explosión-incendio/terremoto-tsunami, radiación que se filtra, generando nuevos discursos: bosque rojo, Pripyat ciudad fantasma, habitantes fantasma, guía de turistas, ciudad apocalíptica, la zona de exclusión (Chernobyl). Competencia/aceleración entre elementos y gases radiactivos que se filtran en los océanos (Fukushima). 

 

¨Hay que distinguir entre esta ‘realidad’ de la era nuclear y la ficción de la guerra… son quizás distintas, pero no son dos cosas separadas. Es la guerra (es decir, la fábula) la que desencadena este fabuloso esfuerzo bélico, esta insensata capitalización de armamento sofisticado, esta carrera de velocidad en busca de velocidad…La ‘realidad’ digamos, la institución abarcadora de la era nuclear es construida por la fábula, sobre la base de un acontecimiento que nunca ha ocurrido…¨ Aquí estriba entonces una idea que permea a todo ámbito crítico, que es la necesidad de la inventiva, especialmente ante circunstancias de difícil tratamiento. Toda crisis ante la cual el ser humano se ha enfrentado (tanto en ésta como en todas las épocas) ha debido ser abordada a través de diversos ángulos de observación cuya exigencia se encuentra en la capacidad de distinguir aquello que es parte de una ficción, ante lo que una situación es en realidad.

 

 

Tercera misiva/misil

 

* Retórica nuclear, retórica de la disuasión (persuasión negativa), que nos permite pensar hoy en el poder y la esencia de la retórica.

* Los periódicos son el mejor objeto de estudio; Derrida analiza un artículo de Leslie Gelb, cuyo apellido le encanta porque coincide con el de Ignace Gelb, lingüista que acuñó el término “gramatología”.

* Gelb sostiene que no hay evidencias sino creencias, retórica, mientras que Derrida sostiene que no hay evidencias sino la estructura de un texto “en el sentido ilimitado que yo le doy a la palabra, y en el sentido más tradicional de la palabra.” (26)

 


 

Somos testigos de la evolución de la creencia hacia una aparente innovación retórica que es la selección de una palabra nueva, que se acompaña de una hermenéutica doble. La palabra es, "prevalecer" y es tan importante como la evolución tecnológica que se vive porque representa la oportunidad de alejar la confrontación armada a partir de desplazar sus bases estratégicas (25). 

 

 

"De Chernobyl a Laguna Verde" 

"Laguna Verde: en espera de la debacle" 

 

 

"La comida después de Fukushima"

 

Cuarta misiva/misil

 


La hipótesis de esta destrucción total guía a la deconstrucción; se hace posible reconocer, a la luz de esa hipótesis, fantasía o fantasma, las estructuras características y la historicidad de los discursos, estrategias, textos o instituciones a ser deconstruidas. Es por eso que la deconstrucción pertenece a la era nuclear. Y a la era de la literatura. (27)

 

La era nuclear no es una época, sino la reducción fenomenológica absoluta, la suspensión del conocimiento absoluto. La literatura pertenece a la época nuclear, la de la crisis y la crítica nuclear, el horizonte histórico y ahistórico de una auto-destructibilidad absoluta sin apocalipsis, sin revelación de su propia verdad, sin conocimiento absoluto. (27)

 

...la literatura nace y solamente puede experimentar su propia precariedad, su amenaza de muerte y su finitud esencial. El movimiento de su inscripción es la posibilidad de su borramiento. (27)

 

 

*La literatura, como corpus de textos que decodificamos, no es ajena, especialmente en esta época, a la memoria oral y a su exterioridad, “retoma referentes externos al archivo” (p.26). 

*La literatura, como almacenamiento y desviaciones por las que atraviesa, también es archivo que da cuenta de lo endeble que es el conocimiento humano, permeado por opiniones, creencias, doctrinas y la historia ficticia que se toma de base, son señuelos de proyecciones fantasmáticas.
En “la época” de la “absoluta auto-destrucción” (p.27) de inminente crisis, sin revelación y sin certezas, es imprescindible la crítica frente al nuevo modelo de sujeto embebido por la tecnociencia. La guerra nuclear como especulación e invención, abre el campo escritural, sin mediación, a partir de la exterioridad y en su carácter performativo, paradoja del referente. (p.28) 

La literatura pertenece a la era nuclear derivado de su relación con el referente y la estructura escrita. Por el momento no se ha producido una guerra nuclear, "es una especulación, una invención en el sentido de una fábula o una invención que se inventa para crear un lugar para ella o para impedir que se produzca (se necesita tanta invención para uno como el otro), por el momento todo esto es sólo literatura. Algunos podrían concluir que por lo tanto no es real, ya que queda totalmente suspendido en su fabuloso y literari epoché" (28).

 

 

Quinta misiva/misil

* “Este referente absoluto de toda literatura posible está a la par del borramiento absoluto de toda huella posible; es por tanto la única huella imborrable, y lo es en tanto que es la huella de lo que es enteramente otro. Esta es la única traza absoluta, borrable e imborrable. Es un referente a-simbólico, no simbolizable. Si no es la era nuclear o la catástrofe nuclear, es aquello hacia lo que el discurso nuclear y lo simbólico nuclear se dirigen: la destrucción de la literatura.” (28)

*El único referente real es que, en la escala de una catástrofe nuclear, se destruiría irreversiblemente todo archivo, toda memoria y toda capacidad de simbolizar, destruiría la misma noción de “sobrevivencia”. Así, la perspectiva de una guerra nuclear nos permite reelaborar la cuestión del referente. ¿Qué es un referente? Si es necesaria la ficción de la eliminación de todo discurso, para que haya discurso. (p28) ¿La única invención como tal es la destrucción de toda invención?

 

Sexta misiva/misil

 

Así como en el lenguaje, toda la escritura, cada texto poético-performativo o teórico-informativo que se envía, que se deja enviar, también los misiles de hoy se dejan describir como envíos esciturales (código, inscripción, etc.) Eso no los reduce a la aburrida inofensividad que algunos ingenuamente atribuyen a los libros. Retoma lo que desde la escritura siempre incluye el poder de una máquina mortal.” (29) 

 

* Una misiva también es un misil, así como un misil es una misiva

* Misiva: lo que se da al pensamiento, un regalo

* El itinerario, el destino de una misiva es incalculable, azaroso

* La analogía con el texto en cuanto a si éste se envía o se deja enviar con respecto de misiles y la forma en que se describen, no elimina que se incluya un elemento letal (29).
*Disuadir, diferir, tanto los misiles como las misivas han sido enviados, atravesando “cualquier cálculo y decisión posible” (p.29), afectando la esencia y todo sentido. La auto-regulación del sistema se encuentra trastocado por completo. 

*Un misil absoluto no eliminará el azar (29) Sólo el azar puede destruir el azar, sólo el accidente que sobrepasa la ficción sobre la que nos mantenemos con vida, "sobreviviendo", que traiga de golpe lo real y haga tabula raza con lo decible. El misil dirigido, la misiva permite aun la interacción, la guerra sobre la que aún estamos construidos tecnológicamente, (simulacro tras simulacro). ¿por qué hay algo y no más bien nada?

 

Séptima misiva/misil

* “El nombre de la guerra nuclear es el nombre de la primera guerra que puede librarse en el nombre del nombre, es decir, de todo y nada.” (30)

* Más allá de la genealogía, una guerra sin nombre en nombre del nombre. Eso sería el Fin y la Revelación del nombre mismo, el Apocalipsis del Nombre.

* A menos que haya consciencia plena de que la pelea por el nombre no vale la pena, mientras tanto se sigue corriendo el riesgo de no detenerse a tiempo y llegar al final donde no haya nada de qué o porqué preocuparse (30). 

* Ese nombre bajo el que se justificaría la guerra, sería el "nombre desnudo", el nombre sin-nombre, ni siquiera revelable, ni conjetura. (30)

 

 

 

Comments (0)

You don't have permission to comment on this page.